El viajero Marco Polo: Cancún y la “Boca del pozo de los brujos del agua”

Cancún es una isla con forma de “7”, con dos pequeños canales que la separan del continente. Fue una duna despoblada, con playas de arena blanca y vestigios de la civilización maya, pero el gobierno mexicano aprovechó y creó un lugar turístico conocido mundialmente.
Una muestra genial de lo que puede significar la visión para los negocios.

Observatorio "El Caracol"
(Fuente: Yucatán Today)

Comenzaron construyendo una ruta, que atravesaba la isla de norte a sur uniéndola con tierra firme. Al norte está el Downtown, Cancún propiamente dicho, donde viven los residentes permanentes de la zona y al sur, el aeropuerto internacional Benito Juárez.
El hoy Boulevard Kukulkán, cose una interminable cantidad de hoteles de lujo con piletas kilométricas, shoppings, bares y todo lo necesario para la diversión de los turistas. Para completar el paquete, se puede bucear, pescar, conocer la Isla Mujeres al norte, Playa del Carmen y Cozumel al sur, los parques acuáticos Xcaret y Xel-há y por supuesto, las ruinas mayas de Tulum y Chichén Itzá. Sé que soy insistente, pero para el que quiere ver algo más que lo obvio de un lugar, hay que conocer Chichén Itzá.

Justamente, la “Boca del pozo de los brujos del agua”, que eso significa su nombre, fue uno de los mayores emplazamientos de la cultura maya. No voy a entrar en detalles históricos en este caso, solo voy a contar lo que vimos y nos contó el guía, supuestamente descendiente de los mayas…???

La ciudad tiene varios edificios destacados, el Observatorio, en cuyo interior dicen, había una especie de pozo de agua, donde con estacas marcaban la posición de los astros y sus movimientos; la cancha de pelota, donde siete jugadores por equipo, golpeaban con caderas y muslos una pelota de 4 kg, tratando de meterla en un aro de unos 40 cm de diámetro, colocado a cinco metros del suelo y que además al capitán ganador le cortaban la cabeza, (aclaro, esto dice el guía: el que embocaba la pelota ganaba y al capitán le cortaban la cabeza, porque para ellos era un honor y pasaban a una vida mejor). Traté de verificar esta información, pero hay muchas versiones y no sé si la del guía es la verdadera o lo dicen para darle interés al relato.

Algo que sí pude comprobar, es la acústica de los edificios. Por ejemplo, en los extremos de la cancha hay dos construcciones, una especie de templos, que eran para nobles y jueces o algo así. El guía, hizo parar a uno de los turistas del grupo frente a la pared de uno de ellos y a otro turista en el otro. Le dijo al más cercano, que le diera una orden al del otro lado y todos le dijimos que levante la mano derecha.

Cancha de pelota (Fuente: ciudadesmayas.com)

Así lo hizo y realmente fue sorprendente ver como a unos 150 m, nuestro compañero de grupo levantaba la mano.
No fue la única muestra, también nos hizo aplaudir y escuchar como se repetía el eco siete veces, justamente la cantidad de jugadores de cada equipo.

Una de las atracciones obligatorias es el cenote sagrado, donde se hacían sacrificios para los dioses. Este tipo de pozos, por lo que leí, eran cavernas donde se filtraba el agua de lluvia y que terminaron cediendo y quedando a cielo abierto. En otros casos, por ejemplo “Los tres ojos”, en Santo domingo, todavía se mantiene el techo.

Cenote sagrado

Erik Von Daniken, en su libro “Recuerdos del Futuro”, de 1968, al analizar su teoría de visitantes extraterrestres en la antigüedad, se pregunta por qué eligieron este pozo, ya que más cerca del centro de la ciudad hay un pozo muy similar, pero que solo usaban para provisión de agua, el pozo Xtoloc. Otro de los interrogantes, sobre cómo consiguieron los mayas tantos conocimientos.

Finalmente llegamos a la estrella de Chichén Itzá, La pirámide de Kukulkán, la serpiente emplumada. En su aspecto físico, podemos decir que es una pirámide escalonada de unos 30 m de altura, que “casualmente” tiene 91 escalones en cada una de sus cuatro caras, más un último escalón, que es el de acceso al templo superior. La suma de los escalones, también “casualmente”, suma 365, o sea la cantidad de días del año.
Los momentos más esperados del año, sin duda son los días del equinoccio de otoño y primavera, cuando por su “casual” orientación, la serpiente emplumada baja, en realidad su sombra, por la escalinata pareciendo tener vida. También esta pirámide tiene su efecto acústico al aplaudir, se escucha un eco que suena como el canto del quetzal. Hasta acá, todo lo que cualquier turista que haya visitado la ciudad puede saber, pero yo tuve una experiencia personal, que dejo a la imaginación o fe del lector, su explicación.


Parque acuático Xcaret

Resulta, que estuvimos una semana en Cancún y no se nos ocurrió mejor idea que tomar agua de la canilla, cosa que el turista informado no debería hacer. Esto nos produjo consecuencias bastante molestas, lo que se dice “un mal trago” durante casi toda la semana.

Además tuvimos otro inconveniente, a la filmadora que me prestaron para el viaje, no le funcionaba el zoom. La anécdota es que el día que fuimos a la excursión de Chichén Itzá, no tuvimos el más mínimo síntoma de nuestro malestar, hasta que volvimos y seguimos dos días más con él.

También casualmente en el viaje de ida, se arregló el zoom de la cámara, nos dejó filmar todo el paseo y a la vuelta, ¡oh sorpresa!, dejó de funcionar otra vez.