De Buenos Aires a la tierra de los duendes - 1 - El viaje

Ruta 20 "Conquista del desierto" - La Pampa

Existe en Argentina, una tierra de montañas, valles, bosques y lagos, donde también asoma la estepa en sus fronteras.
Estoy hablando de la Patagonia cordillerana norte, la selva valdiviana, la Cordillera de los Andes, desde Villa Pehuenia hasta Esquel, un lugar plagado de leyendas y duendes.

Esta zona del "sur argentino", que no es tan al sur y sí bien al oeste, es una caricia para el alma. Cada subida, bajada o revuelta del camino, es un escenario  donde se representan las mejores obras de la naturaleza.

Yo vivo en Buenos Aires, y el viaje ya es un calmante, para los que como yo, viven en una ciudad con millones de personas y donde manejar, es una de las experiencias más estresantes que vivimos todos los días.

Normalmente salimos muy temprano, 5 ó 6 de la mañana, vamos por ruta 5 hasta Santa Rosa, en La Pampa, son 590 km, Ahí tomamos hacia el sur por la ruta 35, unos 85 km, hasta la ruta 152, de nuevo hacia el oeste para encarar el camino Conquista del Desierto, donde después de casi 400 km casi sin curvas y con muchos carteles,(advirtiéndonos que si nos dormíamos éramos comida para los caranchos), cruzamos el límite de La Pampa con Río Negro, después por la ruta 151 llegamos a la ciudad de Neuquén. Hasta acá hicimos unos 1150 km, es un buen momento para descansar y quedarse a dormir.
Por la mañana, cruzamos la ciudad por la ruta 22, esta parte es bastante tediosa, con muchos semáforos y tráfico intenso. Por suerte no dura mucho y pronto estamos de nuevo en caminos más relajados. A 50 km, giramos a la izquierda, para tomar la ruta 40, (ex 237), donde poco después empezamos a subir, pasando por la represa hidroeléctrica El Chocón, Piedra del Aguila y el embalse Alicurá.

Lago Nahuel Huapi - Bariloche - Argentina

Hicimos 1650 km aproximadamente, cruzamos la llanura pampeana, el desierto, ciudades importantes, pueblos de tres casas, trepamos la precordillera, bajamos a los valles con vistas y lagos espectaculares, vimos formaciones rocosas con formas de indios, monos y lo que se quieran imaginar en el Valle Encantado, y después de todo esto llegamos a la Bariloche, a orillas del lago Nahuel Huapi, donde comenzaron nuestras vacaciones.
Realmente valió la pena.

Hotel Llao Llao - Bariloche - Argentina

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